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Consejos para la atención de mascotas

La vuelta de unas vacaciones puede resultar difícil para las mascotas, especialmente para gatos y perros. La vuelta a las rutinas requiere unas atenciones específicas porque los animales de compañía se adaptan. Tanto si viajan como si se quedan a cargo de alguien, se deben tener en cuenta una serie de recomendaciones.

Además de una revisión veterinaria para detectar posibles enfermedades, se recomienda prestar atención a posibles cambios en el comportamiento y actuar en consecuencia. El Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña (CCVC) recomienda:

Regresar gradualmente a las rutinas
En general, el retorno de las mascotas a la rutina debe ser gradual, pero firme. Durante el descanso de verano también se acostumbran a dejar de lado algunos hábitos de obediencia y disciplina, pero esta situación debe cambiar a la vuelta. Las mascotas, como nosotros, necesitan tiempo para reordenar la conducta.

Sistematizar la alimentación
Debemos volver a establecer las horas más adecuadas para alimentar a las mascotas y ofrecerles las cantidades habituales. Para ordenar la sensación de hambre que despiertan las vacaciones, conviene repartir el alimento diario en un mayor número de porciones, pero de menor cantidad. De esta forma, se reduce la ansiedad que puede aparecer cuando aumenta el tiempo de reposo.

Dar importancia a la higiene
La higiene es uno de los factores que más influye en el comportamiento de las mascotas a la vuelta de las vacaciones: el baño, cortarles las uñas y limpiarle los dientes son tareas fundamentales para la salud de los animales de compañía que cobran una especial importancia en momentos como este.

Limpiar los juguetes y accesorios
Se deben limpiar o cambiar los juguetes, las camas, la ropa y cualquier otro elemento que nuestra mascota haya utilizado durante las vacaciones fuera de casa.
También debe hacerse una limpieza profunda de los espacios del hogar en los que duerme, come, juega o hace sus necesidades. Así, eliminamos cualquier huésped indeseable que se haya colado en casa durante nuestra ausencia, como pulgas y larvas.

Volver a la actividad física habitual
Los horarios establecidos para las actividades diarias deben ser una prioridad, para evitar el estrés o la depresión. Durante las vacaciones, los perros suelen practicar mucha más actividad física. Por ello, se deben incorporar todas aquellas actividades que antes se realizaban gradualmente. Cualquier modificación drástica en la conducta que perdure debe ser considerada una señal de alarma.

Observar atentamente su estado de ánimo
Debemos fijarnos en el comportamiento de las mascotas cuando vuelven al entorno habitual. Para ellas, supone volver a pasar más horas solas en casa. En la mayoría de los casos, la ansiedad por la separación es un problema que puede ser tratado con buenos resultados. No obstante, se trata de un proceso largo y con posibles recaídas, que pueden suponer objetos rotos, orina donde no toca, o que ladre cuando no estamos.

Mantener la alerta ante posibles enfermedades
A la vuelta de las vacaciones, se recomienda hacer una revisión veterinaria completa, especialmente en verano. Es la única forma de descartar cualquier afección. Se debe prestar especial atención a síntomas como la pérdida de peso o del hambre, diarreas o vómitos, pérdida del equilibrio, desorientación o falta de atención, cambios en las heces o la orina, caída del pelaje o pérdida de brillantez.

Volver de vacaciones desde el extranjero
Cuando la vuelta de las vacaciones se hace desde el extranjero, se deben seguir una serie de recomendaciones específicas para evitar problemas. Además, si son adquiridos en el extranjero, se debe recordar que no se pueden cruzar fronteras o controles aduaneros con perros, gatos o hurones de menos de tres meses de edad. En estos casos, se debe hacer una visita al veterinario del país de origen, para certificar que el animal no tiene ninguna enfermedad. Además, según el animal y el país de origen, puede haber pruebas veterinarias obligatorias.